domingo, 1 de noviembre de 2009

Ni Olimpiadas Ni Esperanza

En un periodo de tiempo muy corto han coincidido las noticias referentes al fracaso de la candidatura olímpica madrileña y el escándalo provocado por las declaraciones de Manuel Cobo.
Más de una voz se ha escuchado en las últimas semanas criticando la conveniencia de haber presentado por segunda vez la candidatura de Madrid a los Juegos Olímpicos. E inmediatamentamente después de haber conocido el resultado de las votaciones, se empezaba a hablar de si habría que presentarla una tercera vez...
Se nos escapan las razones a favor y en contra de una tercera candidatura: de lo que sí estamos seguros es de que no sería bueno que este proyecto (dos veces fracasado) lo plantee y eventualmente encabece el actual alcalde de Madrid. Gallardón habrá cumplido los 8 años al frente del Ayuntamiento de la capital en 2011 y los avatares del proyecto olímpico ilustran a la perfección los beneficios que tendría para la política madrileña la limitación de mandatos. Un nuevo rostro, un nuevo proyecto, unas ideas nuevas para la ciudad de Madrid (incluida una reconsideración de la aventura olímpica...).
A estas consideraciones se unen las que podemos extraer de la polémica surgida tras las declaraciones del segundo de Gallardón, al hilo de la renovación de la cúpula de Caja Madrid. Tanto Gallardón/Cobo como la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se han olvidado totalmente de las consabidas frases retóricas en el sentido de que esta batalla la están dando por el bienestar, el progreso, el futuro, etc. etc. de los madrileños. Ante la opinión pública ha aparecido un lucha descarnada por el poder, completamente ajena a los votantes/ciudadanos.
Nos gustaría proponer desde aquí, pues, una solución salomónica a este conflicto ayuntamiento/comunidad. Que desde el Partido Popular se imponga, como medida de higiene democrática la renovación de los candidatos a ambas instituciones y que no se presenten a la reelección ni Alberto Ruiz Gallardón ni Esperanza Aguirre. ¡Con 8 basta!