Se ha
hablado mucho en los últimos meses de la herencia de Zapatero. Desde el
Gobierno, casi todo ha tendido a justificarse con la pesada carga de la que ha
tenido que hacerse cargo al tomar posesión. ¿Por qué subimos el IVA? Por la herencia
de ZP. ¿Por qué quitamos la paga extra a los funcionarios? Por la herencia de
Zapatero… Y así con todo.
Y, sin
embargo, el argumento político de echarle las culpas de la situación crítica
que atravesamos al anterior inquilino de La Moncloa tiene, como tantas otras
veces, su truco. Y no es que sea mi intención justificar la etapa de Zapatero,
que con todo mérito pasará a la Historia como uno de nuestros gobernantes más
chapuceros y tontainas.
Porque ¿cuál
es la herencia maldita legada por ZP? Al Zapatero de antes de la crisis será
difícil echarle en cara gran cosa: no desde luego desde el Partido Popular. Su
política económica fue mayormente continuista y se limitó a disfrutar de la
bonanza de los años de la burbuja. Como hizo el último Gobierno Aznar… y como
hicieron sin excepción todas las CCAA en las que gobernaba el PP. ¿Que no hizo
cuando debía las reformas estructurales que necesitaba el país? Sí, sin duda.
¿Pero es que cabe pensar en serio que Rajoy –ese hombre pusilánime y de tan
pocos vuelos- las hubiera hecho si hubiera gobernado entre 2004 y 2008? Así que
no sé, a uno se le antoja que no es esta la herencia que echan en cara a
Zapatero desde el PP.
¿Es entonces
la labor de gobierno de Zapatero desde que estalló la crisis la que nos cuesta
tan cara ahora…? Pues sí, probablemente. Zapatero no supo ver la crisis que
venía, no entendió sus causas y ofreció soluciones que no hicieron más que
agravar nuestra situación económica. Pero, de nuevo, un poco de modestia no
estaría de más en el PP, que lleva algo más de seis meses en el Gobierno y ya
ha dado sobradas muestras de incompetencia, de no saber por dónde vienen los
tiros y de ofrecer soluciones equivocadas (hasta el punto de que ha tenido que
venir la UE a imponer un cambio de 180º en las políticas que proponía
inicialmente el PP). Y eso que el PP tenía la ventaja de contar con el
contraejemplo de la gestión de la crisis de ZP. No me cabe duda de que, si el
PP hubiese estado a los mandos de la nave gubernamental cuando estalló la
crisis, su gestión de la misma hubiese sido al menos tan lamentable como la de
Zapatero…
Acabar quiero recordando también otra herencia que no es de ZP, sino directamente de Rajoy. Y es que, si tenemos en cuenta que ha sido el escándalo de Bankia el que ha precipitado nuestro rescate (y la posterior oleada de recortes), no conviene olvidar la responsabilidad (directa, incómoda, difícilmente justificable) de Mariano Rajoy en el nombramiento de Rato para Bankia (por no hablar de otras intervenciones del PP en Caja Madrid/Bankia por parte de Aznar y Esperanza Aguirre).