sábado, 1 de agosto de 2009

La Sociedad de los Cincinnati

Como ocurre con otras ideas políticas, también la limitación de la duración de los mandatos de las autoridades públicas tiene un referente mitológico que le sirve como espejo ideal en el que contrastar las concretas realizaciones que se pueden encontrar en la vida política. En nuestro caso, ese mito originario lo constituye Lucio Quincio Cincinato (Cincinnatus), patricio, cónsul y militar de la antigua Roma. En el año 458 a.c. Cincinato fue llamado por el Senado para dirigir la defensa de la República romana contra una invasión de los equos y le fue ofrecido el cargo de dictador que suponía, de acuerdo con la constitución romana, el otorgamiento de poderes absolutos. Cincinato, ajeno a las intrigas de la política romana (la leyenda dice que los emisarios del Senado le encontraron trabajando en el campo con su arado), aceptó el cargo de dictador, se puso al frente de las tropas romanas y derrotó a los invasores. A los dieciséis días después de haber conseguido la victoria, renunció a los honores de dictador y volvió a sus tareas agrícolas.
En la tradición republicana romana Cincinato se convirtió en el paradigma de las virtudes republicanas por su falta de ambición personal, integridad y honradez. Así pasó también a la tradición occidental, hasta el punto de que, en los Estados Unidos, a la muerte de George Washington, se creó una sociedad de los Cincinnati, continuadora de aquelas tradiciones. La ciudad de Cincinnati debe su nombre precisamente a dicha sociedad y quería ser un homenaje a esas tradiciones.
Nuestro blog debe aspirar a ser, pues, una suerte de nueva Sociedad de los Cincinnati que acabe logrando la limitación de los mandatos de los poderes ejecutivos del Estado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario